La Hiperhidrosis existe cuando la liberación de sudor excede las necesidades termorregulatorias del organismo. La persona suda tanto al grado que representa para los pacientes incomodidad y molestias que pueden interferir en las actividades diarias, las relaciones sociales y profesionales.
Las áreas comúnmente afectadas son las axilas, la palma de las manos y la planta de los pies. Las glándulas sudoríparas son las responsables de la liberación del sudor. Para que la liberación del sudor ocurra, es necesario que estas glándulas sean estimuladas a través de una sustancia llamada acetilcolina.
La toxina botulínica, más conocida como botox, actúa impidiendo la liberación temporal de acetilcolina y como consecuencia la producción excesiva del sudor. Gracias a su aplicación observamos una disminución de la transpiración. Su duración depende según el paciente así como de la dosis del tratamiento.